Historia del Santuario

 

En 1949, el entonces Obispo de Jaén, D. Rafael García y García de Castro, declaró parroquia al Real Santuario de la Virgen de la Cabeza, para que se ocupara de atender espiritualmente a los vecinos de su entorno serrano, diseminados en las distintas fincas de los alrededores, en el poblado próximo a él y en el existente junto al pantano de La Lancha, construido en los años veinte del siglo XX.

Pero hasta llegar a ser sede parroquial, el Santuario ha pasado por distintas vicisitudes, desde su origen. Según todos los indicios, las obras de construcción comenzaron en 1287 y terminaron en 1304 siendo primero una pequeña ermita que el pueblo de Andújar edificara en pleno corazón de Sierra Morena. Sin embargo las ampliaciones y reformas han sido casi constantes a través de los tiempos, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XVI, años 1530 y 1590, cuando se convirtió en Santuario, muy parecido al que hoy conocemos.

Ya en el siglo XX, durante la guerra civil, el Santuario de la Virgen de la Cabeza fue escenario de un hecho de armas que ha quedado vinculado a su historia. En 1936, un grupo de guardias civiles y paisanos al mando del capitán D. Santiago Cortés González se refugiaron en el Santuario, resistiendo durante casi ocho meses el ataque de las tropas republicanas. El resultado fue de más de cien muertos, la destrucción del Templo y la perdida de la imagen de la Santísima Virgen de la Cabeza. 


Posteriormente la Dirección General de Regiones Devastadas procede a reconstruir el Santuario. Para ello se constituye en abril de 1940 una Comisión Ejecutiva presidida por el Director General, D. José Moreno Torres, siendo elegido en 1941 como arquitecto D. Francisco Prieto Moreno, conservador de la Alhambra de Granada. Las obras se terminaron en 1943, sufragándose los gastos mediante una suscripción popular a nivel nacional.

La nave central se separa de la Capilla Mayor por una reja del siglo XVI, restaurada por la Escuela de Artes y Oficios de Granada, que cierra un vano con arco de medio punto. El Altar Mayor presenta en el centro un gran espacio, tras el cual se encuentra el camarín de la Virgen; talla de José Navas Parejo, que sustituyó a la antigua desaparecida durante la guerra civil.

Las capillas laterales de la nave están ocupadas por diferentes altares, conteniendo diversas imágenes, tales como un Crucificado del escultor Mariano Benlliure, la Virgen del Pilar, el Beato Marcos Criado, San Juan Bautista de la Concepción, la Santísima Trinidad y la Virgen del Carmen. En el coro existe un magnífico órgano, obsequio de la Guardia Civil, inaugurado por el famoso organista maestro Guridi. Tras la Capilla Mayor se encuentra la sacristía.

La Comunidad Trinitaria ha abordado dos nuevas ampliaciones. La primera consistió en la elevación de la planta de saliente, construyéndose otro pabellón en la zona posterior del ala Norte. Se completó así, de un modo armónico y funcional, toda la estructura del patio claustro. La segunda fase se realizó en 1965 en toda el ala norte, añadiéndose un edificio de tres plantas para ampliar las dependencias de los sacerdotes Trinitarios que atienden al culto, permanentemente desde 1930.

Ellos crearon, recientemente, un museo mariano que conserva gran cantidad de enseres y obras de arte que muestran la importancia que a través de los siglos ha tenido y tiene Ntra. Señora de la Cabeza.

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